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Por todos es conocido como día a día se intenta defraudar a las aseguradoras por parte de algunos mal intencionados usuarios, intentando obtener beneficio de un accidente que realmente no ha existido de la forma que quieren hacer creer. Las aseguradoras, precavidas, se cuidan de esto haciendo uso de peritos y detectives. Pero no sólo las aseguradoras son objeto de fraudes, si no también los usuarios de automóvil y estos sí están desprotegidos, teniendo que asumir importes de reparación o trabajos que posiblemente no eran necesarios. Gracias a la profesionalización del sector de la automoción (talleres con verdaderos profesionales) estos caso de fraude se han reducido, pero aún puede ocurrir si topas con un taller mal intencionado. Se puede dar el caso de talleres que quieran hacer creer que una pieza está dañada sin ser cierto o incrementen el precio…