Un taller eficiente es aquel que utiliza sus recursos de la mejor manera posible, y por lo tanto, tiene más facilidades para crecer y sobrevivir en su sector. Uno de los recursos, cuya correcta utilización mejorará no solo la eficiencia y el ahorro del taller, sino también su imagen y compromiso ambiental, es la energía, contribuyendo a la integración de la sostenibilidad en su modelo de negocio. A continuación ofrecemos algunas sencillas pautas de las múltiples opciones que ayudarán al taller a ser más eficiente.
Un elemento esencial que garantiza el confort, la conservación de materiales y útiles, además de influir en la productividad es la incorporación de sistemas de climatización con temperatura regulable. Consejos: utilizar la climatización únicamente en caso de ser necesario, evitar la colocación de obstáculos entre el climatizador y el personal para garantizar un funcionamiento óptimo y reaprovechar el calor emitido a la atmósfera por las máquinas de frío industrial, pudiendo aplicarlo al ACS, climatización u otros usos susceptibles como intercambiadores de calor para la producción de agua caliente.
El consumo de agua puede ser elevado en el taller debido a los diferentes usos: mantenimiento, limpieza, lavados, procesos de pintado… Adoptar medidas de ahorro contribuirá a la reducción del consumo, y por tanto de la factura, además de ayudar a preservar el medioambiente. Por ello conviene utilizar dispositivos limitadores de presión, temporizadores y/o difusores, emplear absorbentes en lugar de agua para la limpieza de derrames de aceites, líquido de frenos…etc. Conviene revisar la instalación para detectar y evitar fugas o averías.
La base de ahorro energético son las instalaciones, ya que unas instalaciones inadecuadas (en materiales, maquinaria o diseño) incrementarán el consumo y requerirán de mayores medidas complementarias. Estudiar la posibilidad de utilizar equipos ecológicos que con el tiempo, debido a su bajo consumo eléctrico compense su coste inicial.
Se debe mejorar el aislamiento mediante las puertas y ventanas, permitiendo mejorar la climatización. Es recomendable establecer medidas de ahorro que permitan reducir el consumo garantizando la seguridad y la creación de una atmósfera adecuada aprovechando la luz diurna. Un diseño adecuado de las instalaciones ayudará a incrementar este aprovechamiento.
El avance de las tecnologías, tanto en equipos más eficientes como en software y nuevas herramientas contribuye a aumentar la eficiencia energética y organizativa del taller. La introducción de la tecnología en las diferentes áreas de la empresa, permite ganar eficiencia, disminuyendo el consumo y el derroche de recursos.
Las emisiones y vertidos, además de suponer una fuente de contaminación, también contribuyen a aumentar el gasto. Conviene observar medidas para la correcta gestión y reducción de los vertidos lo que contribuirá a ganar en eficiencia y sostenibilidad asi como reducir las emisiones de humos y partículas mediante el empleo de los filtros y equipos adecuados. Además, hay que evitar los derrames en el suelo de residuos líquidos generados en las diferentes reparaciones, así como de los fluidos de motor.
También es interesante prescindir, siempre que sea posible, de los materiales que contengan elementos tóxicos o peligrosos como pueden ser el amianto o el plomo, priorizando la utilización de productos menos agresivos con el medioambiente: detergentes biodegradables (sin fosfatos ni cloro), limpiadores no corrosivos, desengrasantes sin CFC,…). Y por último, optar por la elección de materiales ecológicos con certificaciones que ofrezcan garantía de un menor impacto negativo en el medioambiente.