¿A quién no le han hablado mal (cuando no lo ha sufrido en sus propias carnes) de un taller ‘chapuzas’? Evita sustos y apunta lo que has de tener en cuenta para que el establecimiento sea de confianza; algunos detalles denotan la calidad que puede tener una reparación. Te los explicamos:
1. Ante todo, bien identificado
Los talleres han de tener una placa distintiva en la puerta. En ella están escritas las siglas de la provincia, el número de registro industrial y la actividad que desarrolla (una llave inglesa indica taller mecánico; una flecha quebrada, reparaciones de electricidad; un martillo, arreglos de carrocería; y una pistola de pintar muestra que es un taller de pintura).
2. Limpio
y en orden
Haz un primer análisis del taller: ¿reina el caos o es un local limpio y ordenado? Ver cómo mantienen su propio negocio puede ser una señal de cómo trabajan.
3. Las cosas, claras
Es importante que el sitio te transmita transparencia, nada de secretismos. Así, ver las instalaciones u obtener información sobre la avería y su reparación por parte de algún mecánico no debería de constituir ningún problema.
4. Inspección
de bienvenida
No estaría de más que anoten los posibles desperfectos que tenga tu coche, algo importante a la hora de reclamar en caso de que tu vehículo no salga en el mismo buen estado en el que entró.
5. El deseable
resguardo
Aunque no es una práctica habitual, has de saber que los talleres están obligados a entregarte un resguardo de depósito que deberías presentar para recoger tu coche. No es ningún trámite absurdo; imagina que te roban el vehículo mientras está siendo reparado. ¿Cómo podrías reclamarlo?
6. Imprescindible: presupuesto
Antes de empezar a arreglar tu vehículo, han de pasarte un presupuesto por escrito que tú has de aceptar. De hecho, si no lo quieres, deberías firmar una hoja de reparación en la que escribieses a mano “Renuncio al presupuesto”. Tiene una validez de 12 días; si lo rechazas (y sólo en este caso), tendrás que pagarlo.
7. Daños ocultos
El taller tiene un plazo de 48 horas para informarte de las averías o defectos ocultos que pueden aparecer durante la reparación, así como del importe que supondría componerlos. Y sólo podrán arreglarlos en caso de que tú estés de acuerdo.
8. Las piezas
son tuyas
Un buen taller debería entregarte las piezas viejas que hayan sido repuestas.
9. Una factura clara
En la factura han de figurar, entre otros datos, las operaciones y los gastos, las piezas sustituidas y las horas de trabajo, con el importe desglosado de todos los conceptos. Ten en cuenta que podrán cobrarte gastos de estancia por el depósito del vehículo una vez que han elaborado el presupuesto o la reparación y tú no recoges el coche.
10. Garantía
de reparación
Recuerda que las reparaciones tienen garantía: tres meses o 2.000 km, contando desde la fecha de retirada del vehículo (a no ser que hayas pactado una garantía superior)
Fuente: Autobild.es