Muchas veces creemos que tras la compra de un coche de segunda mano hay gato encerrado, y creemos confirmarlo porque terminan averiándose. Hay ciertos factores, y muchos otros que me dejaré en el tintero, que provocan la rotura de un vehículo de ocasión tras el cambio de propietario, sin necesidad de ser “vicios ocultos”. Una de las principales causas es el desconocimiento que tenemos sobre su tacto. Aun sabiendo conducir y tratar bien un vehículo, desconocemos el tacto de ese vehículo recién adquirido y tenemos los vicios y costumbres del anterior vehículo. El tacto influye sobre todo a la hora de realizar el cambio de velocidades, tanto en la caja de cambios como en el embrague, incluso en las palancas de accionamiento del instrumental. Como diría Jesulín, un coche nuevo es como un toro, se hace a tus costumbres, pero…