Reparar los frenos es algo que conviene dejar en manos de tu mecánico. No obstante, quien está todo el día al volante de tu coche eres tú, por lo que debes estar muy atento a cualquier anomalía. ¿De qué manera? ¿Cuáles son las más frecuentes? Un chirrido al pisar el pedal Lo más probable es que las pastillas de freno estén desgastadas y los avisadores metálicos de las pastillas choquen contra los discos. Una rueda se calienta mucho más que la otra: todo apunta a que el freno se haya atascado. Las pastillas no se separan de los discos (o las zapatas, de los tambores). El coche se va de lado Hay un fallo en el repartidor de frenada o algunos elementos no se desgastan por igual. Tacto esponjoso o exceso de recorrido del pedal: el circuito hidráulico puede no…