Con la conectividad mejora la eficiencia del mantenimiento, su utilización y los estándares de calidad en los talleres del mañana. Equipos de diagnosis, recambios y servicios: toda una amplia gama de innovaciones y avances técnicos es lo que deben proveer las empresas tecnológicas a los profesionales de la mecánica. En el caso de Bosch han implementado lo que denominan “taller conectado” y que presentaron en Automechanika 2016. El procesamiento inteligente de datos y el aumento de la conectividad de productos con su entorno ofrecen un enorme potencial a los talleres de automóviles. Así, les facilita la programación y planificación de las citas y mejora los procesos de trabajo individuales durante el servicio. Los datos del vehículo y el historial de reparaciones ya están disponibles en cuanto el vehículo llega al taller.
El equipo de diagnosis intercambia automáticamente los datos entre sí, facilitándole al profesional del taller el acceso en tiempo real a la información importante del fabricante. De esta forma, los datos del vehículo son puestos a disposición de todos los demás sistemas basados en ordenadores. A fin de acceder a los datos de un vehículo ya identificado, el profesional del taller sólo tiene que introducir la matrícula respectiva del vehículo o el número de bastidor en la estación de trabajo que esté utilizando.
Para sucesivas citas de los talleres, ya no será necesaria ninguna identificación adicional. A través del número de la matrícula o del bastidor se tiene acceso a la historia completa del vehículo, incluyendo el acceso a todos los resultados de las diagnosis realizadas en cualquier estación de trabajo y en cualquier momento. Además, el software utiliza una innovadora identificación del vehículo que permite a los testers individuales poder complementar parámetros específicos del vehículo. En una posterior cita, estos parámetros de identificación se utilizarán de nuevo, ahorrando así un precioso tiempo de configuración en las estaciones individuales de trabajo, facilitando los procesos y evitando duplicidades innecesarias.
Utilizando una imagen fotográfica, el estado del vehículo puede ser documentado por el taller en un protocolo estandarizado e imprimible. Esto permite informar a los clientes acerca de las reparaciones necesarias de una manera transparente. Por medio de un código de activación, el software se activa para la conexión de todo el taller, pudiendo emplearse en cualquiera de los ordenadores del centro. La información sobre el ciclo de vida del vehículo se puede guardar en el taller y acceder a ella desde cada estación de trabajo individual, si fuera necesario. El uso de una interfaz estándar haría también posible la conexión con la mayoría de los sistemas de gestión del distribuidor.
Dirigiendo la cámara del dispositivo hacia el vehículo, la información adicional requerida se integra en la imagen real obtenida desde una tablet o unas gafas inteligentes. Esta información puede incluir desde textos explicativos e instrucciones, manuales o diagramas de circuitos, hasta objetos tridimensionales o fotos y vídeos. De esta manera, se pueden mostrar incluso componentes ocultos o mazos de cables, algo muy valorado por los mecánicos. El tiempo necesario para realizar tareas sofisticadas de reparación puede reducirse entre un 10 y un 15 por ciento. Otras áreas de aplicación incluyen aprendizaje, formaciones y ventas.