Al oro verde, como se le conoce al aceite de oliva que tiene en la provincia de Jaén la primera productora mundial de tan preciado elemento, le ha salido un competidor al que algunos ya han bautizado como oro líquido por la incruenta guerra comercial que está provocando. Hablamos del aceite lubricante destinado a la industria automovilista y cuya retirada de los talleres una vez acabada su vida útil está provocando encontronazos entre diversos estamentos. Ante esta situación, la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios ha elevado a la Administración central una consulta formal para que corrobore públicamente no sólo la gratuidad de la retirada sino la ilegalidad de cobrar a los centros de reparación.
De esta forma, una de las patronales de la automoción quiere aclarar las dudas que ha generado la materia en algunos talleres. De hecho, algunas sectoriales autonómicas han remitido información actualizada sobre tarifas de recogida del aceite.
Ante la confusión generada por el asunto se recuerda que según la normativa que rige la gestión de aceites industriales son los propios fabricantes de lubricantes quienes están obligados a hacerse cargo no sólo de la retirada, sino también de la financiación de dicha gestión.
Cabe recordar que los propios fabricantes de aceite pusieron en marcha hace tiempo un sistema integrado de gestión del aceite usado, que pone en contacto a los talleres con empresas especializadas en la recogida del residuo sin que ello suponga cargo alguno para estos, independientemente de su lugar de localización
El citado sistema de gestión es el que se encarga de abonar a a estas empresas los servicios de retirada de estos residuos. De hecho está pagando un 59% más de media principios de año para paliar el déficit de precio ocasionado por la caída del barril de Brent (un 30% en los últimos seis meses) y seguir garantizando así su recogida gratuita.
La Asociación de Vendedores de Vehículos denuncia que las empresas recogedoras están tratando de trasladar de manera injustificada desde enero ese déficit al taller, probablemente como medida de presión al sistema integrado de gestión para que pague todavía más a los gestores de residuos por la recogida.