Los coches eléctricos siguen su andadura y crecen de manera sostenida sobre todo dentro del tráfico urbano. Los talleres tendrán que adaptarse a los nuevos tiempos que traen nuevas oportunidades de negocio. Los mecánicos deberán conocer las nuevas tecnologías limpias para poder hacer las labores de revisión, mantenimiento y reparación de estos vehículos. La electrónica manda en el automóvil desde hace una década y ello ya sirvió de punto de inflexión para muchos profesionales de la mecánica. La dirección asistida o el ABS dependen de la electrónica y evitan accidentes.
Con las nuevas tecnologías se han irán mejorando las baterías y la manera de conseguir una eficiencia muy aceptable de los motores para que los coches eléctricos se hagan realidad. Gracias a nuevos materiales como el grafeno, muy pequeño y manejable, se prevé una notable mejoría en las baterías que tendrán más capacidad y serán más ligeras. Se habla de pesos inferiores al 60% de las convencionales y un tamaño también inferior en un 30% aproximadamente.
Las baterías de grafeno son el futuro. Los coches eléctricos tienen a fecha de hoy dos imponderables: la recarga y la autonomía. Con los nuevos materiales se facilitará una mayor comercialización para todos los públicos. Todavía restan algunos años para que este tipo de vehículos sean mayoritarios en nuestra red viaria. Según algunos cálculos se prevé que para 2.020 la relación de coches eléctricos frente a los de combustión sea de 1 a 5. Los talleres deberán estar preparados para solucionar distintos tipos de averías y disponer de profesionales con los conocimientos suficientes para atender y solucionar las averías de los mismos.
El panorama de futuro obligará a buscar nuevos distribuidores de material y a profesionales cualificados en las tecnologías emergentes. También nueva aparatología y herramientas tanto físicas como en red; esto es, recopilación y análisis de todo tipo de datos parta poder acometer con las debidas garantías las reparaciones pertinentes en tiempo y forma. En resumen, una nueva forma de organizar el taller y de presentarlo ante los potenciales clientes y la sociedad en general.
Los tiempos de cambio deben observarse siempre desde una vertiente positiva con la apertura de nuevas posibilidades de negocio. Esa es el prisma bajo la que deben afrontar el futuro los talleres de reparación de automóviles. Encontrar las averías no será difícil pues desde hace tiempo los testers están a la orden del día para localizarlas en cuestión de minutos. El coche eléctrico debería simplificar muchas cosas.
Después de consultar diversas fuentes especializadas cabe afirmar que los coches eléctricos no son la panacea. Hay quienes advierten que con ellos habrá bastante más trabajo pues se averían tanto o más que los “convencionales”. Ahora bien, dichos inconvenientes serán más fáciles y rápidos de solventar. Más carga de trabajo y más sencilla. Estas son las previsiones. Ya veremos cuáles son luego las realidades.