Los talleres ilegales no siempre son fáciles de reconocer. A continuación algunas pistas para saber si estamos o no ante un taller clandestino: los talleres ilegales no tienen la placa identificativa concedida por la Consejería de Industria y que es obligatorio exponer a la entrada del establecimiento. El cliente de un taller ilegal no recibirá nunca un presupuesto por escrito ni una factura que garantice los trabajos realizados en su vehículo. Aunque el taller tenga unas instalaciones que parezcan reglamentarias, la carencia de carteles informativos concernientes a los precios de la mano de obra, horarios, derechos de los usuarios y otros documentos legales, es por sí solo un indicativo bastante fiable de que nos encontramos en un taller ilegal.
Los talleres ilegales suelen ser locales donde se trabaja a puerta cerrada. Pueden llegar a estar ubicados en garajes de chalets y domicilios particulares, cuando no realizan las reparaciones en la calle o en un descampado
Aunque por sí solo este dato no es una pista, conviene saber que la mayoría de talleres clandestinos están ubicados en las afueras de las ciudades y en zonas rurales.
¿Cómo identifico un taller legalmente establecido?
Los talleres legales se distinguen fácilmente por contar con una placa identificativa en un lugar bien visible de su fachada exterior.
En la parte superior de esta placa se sitúan los iconos que indican las ramas de actividad para las que el establecimiento está autorizado. El icono de llave inglesa significa especialidad en mecánica, la flecha quebrada en electricidad, el martillo en carrocería y, por último, la pistola de pintar en pintura.
A media altura, en la parte izquierda se encuentran los iconos que indican las áreas de especialización del taller y a la derecha se indica si se dedica a la reparación de motocicletas.
En la parte inferior figura, junto al código de provincia y el contraste estampado por el órgano competente, el número de registro oficial del taller que proporciona el Ministerio de Industria.