Cada 18 segundos ocurre un golpe de chapa, y está claro que más de una vez nos ocurrirá a nosotros. Así, cada vez que vemos una abolladura en la chapa o cualquier desperfecto en la pintura tendemos a debatir internamente si vale la pena arreglarlo, o dejarlo pasar.
Es fácil decidir lo segundo (pensamos que es poco visible y lo dejamos estar), pero con el tiempo puede suceder el “síndrome del coche viejo”: después de 3 o 4 años, cuando queremos venderlo, nos toca pasarlo por el taller de chapa y pagar un buen pellizco, ya que tendrá un aspecto lamentable.
Con GestiRep no existen estas preocupaciones ya que podemos subastar tu reparación, y cualquier desperfecto de tu coche lo repararemos a buen precio.