Uno de los defectos más comunes en un coche es un mal equilibrado de las ruedas. Se identifica por una molesta vibración que se percibe, en la mayoría de los casos, a través del volante y a una velocidad que oscila entre los 90 y los 120 km/h.
En otros, dichas vibraciones se transmiten con más intensidad en las banquetas de los asientos delanteros y en el salpicadero. Las diferencias entre ambas te pueden ayudar a detectar el origen de las vibraciones. Cuando se sienten principalmente en el volante, son las ruedas delanteras las que están mal equilibradas, mientras que si las notas en tus posaderas, las culpables, casi con total seguridad, serán las traseras.
Pero, ¿qué hace que se desequilibren las ruedas? Los motivos son diversos, aunque los más frecuentes se deben a la pérdida de algún contrapeso por un bordillo, algún “guardia tumbado” o, incluso porque el pegamento que sujeta los plomos ha perdido su efecto. La solución en estos casos pasa por desmontar las ruedas y equilibrarlas con una máquina de calibración.
¿Qué es el equilibrado?
La rueda está compuesta por la llanta y el neumático y, por tanto, el acoplamiento entre ambos debe ser perfecto. El objetivo es que la rueda gire de la manera más homogénea posible y para ello es necesario eliminar o corregir las fuerzas e inercias que se producen cuando estos dos elementos trabajan de manera conjunta. Por separado, la llanta y el neumático salen de fábrica equilibrados, pero al unirse, es imprescindible buscar su nuevo centro geométrico. Esto se consigue con la colocación correcta del neumático sobre la llanta y de unos pequeños contrapesos.
¿Cómo equilibramos la ruedas nosotros mismos?
Esta operación puedes realizarla tú mismo en talleres que lo permitan, como Car and You. Lo primero es optimizar la posición del neumático sobre la llanta para que la intervención de los contrapesos sea la menor posible. Se trata de compensar el punto de mayor peso de la llanta con el menos pesado de la rueda y así la diferencia a corregir será menor. Después, con una máquina de equilibrado, hay que colocar la cantidad correcta en cada rueda, algo que está directamente relacionado con el tamaño del neumático, el grosor de los tacos y la banda de rodadura. Así, un SUV grande puede necesitar 50 gramos de contrapeso por costado de cada rueda, mientras que un coche estándar, entre 15 y 25.
1 Abre el box
Lo primero es abrir el box con la tarjeta que te darán en recepción. Después, sube el coche en el elevador haciendo coincidir los brazos con los puntos de apoyo del vehículo.
2 Desmonta las ruedas
Esta es una tarea que requiere fuerza física, aunque hay algunos trucos para no dejarte la espalda. Para ello, desmonta las ruedas con el coche a un par de palmos del suelo. Así, manejarás mejor la pistola de aire comprimido que desenrosca los tornillos (lo mejor es hacerlo en cruz) y luego, con la rueda ya suelta, podrás dejarla en el suelo de forma más cómoda. Recuerda el lugar al que corresponde cada rueda, ya que los neumáticos, al estar usados, tienen la forma de acuerdo a la ubicación que han ocupado.
3 Quita los contrapesos viejos
Para equilibrar la rueda hay que quitar todos los contrapesos antiguos. En las llantas de aleación, éstos se encuentran pegados en el interior de la llanta, en las de acero, los contrapesos están en el borde exterior de la llanta. Pide al personal cualificado unos alicates específicos que te permitan hacer palanca.
4 Coloca la rueda en la máquina de equilibrado
Una a una debes ir colocando cada rueda en la máquina de equilibrado. Lo primero, es seleccionar qué tipo de llanta lleva tu vehículo. Después, sujeta la rueda con la palometa de seguridad y pon en marcha la máquina. En apenas 30 segundos, aparecerá en la pantalla los pesos que debes poner y su ubicación en la llanta.
5 Pega los pesos donde te marque la máquina
Este es el paso más peliagudo, ya que debes seleccionar el peso exacto de los contrapesos. Éstos vienen unidos por tiras con diferentes tipos de pesajes; así puedes quitar los que no necesites para conseguir la cifra exacta que te marca la máquina. Luego debes mover poco a poco la rueda hasta que una señal acústica y luminosa te marque el punto exacto donde pegar el contrapeso (son adhesivos). Por último, hay que poner en marcha la máquina para comprobar si la pantalla de equilibrado marca 0-0.
6 Pon las ruedas
Una vez que hayas equilibrado todas las ruedas, debes colocarlas en el mismo lugar en el que se encontraban. Si quieres baja un poco el coche para que te resulte más sencillo levantarlas y hacer que coincidan con los tornillos.
Fuente: Autobild.es