Finales de 2013. Esa es la fecha en que BMW lanzará al mercado su nuevo i3, el primer modelo de una nueva submarca del gigante alemán dedicada exclusivamente a vehículos ecológicos, ya sean eléctricos puros o híbridos. Un deportivo de cuatro plazas asimilable a un Serie 6 actual y bautizado con el nombre de i8 acompañará al i3 a principios de 2014.

BMW inauguró el pasado jueves un nuevo concesionario en Barcelona y aprovechó la circunstancia para mostrar al público que acudió al evento los concept cars del i3 y el i8 y explicar a la prensa las particularidades de la nueva marca BMWi, su filosofía y su planteamiento de futuro.

El i3 es un pequeño coche urbano, del tamaño de un Nissan Micra y una carrocería de tipo monovolumen, que se ofrecerá en dos variantes, una 100% eléctrica y otra de autonomía extendida, es decir, eléctrica también pero con un pequeño motor de gasolina a guisa de generador de energía eléctrica, una fórmula idéntica a la utilizada por los gemelos Opel Ampera y Chevrolet Volt.

 

Plataforma LifeDrive

La revolución que supone el i3, sin embargo, va más allá del hecho de ser el primer BMW eléctrico y el precursor de una gama de coches ecológicos del fabricante alemán. Este nuevo coche innova en diferentes apartados que van de la plataforma utilizada, la llamada LifeDrive, a los materiales usados pasando por una producción sostenible y una serie de servicios de movilidad añadidos.

El coche estará construido según una nueva fórmula LifeDrive que separa totalmente la parte mecánica de la destinada a los pasajeros. Como si de un coche de slot se tratara, el i3 dispone de un chasis plano donde se alojan todos los componentes mecánicos y un habitáculo destinado a los pasajeros y el equipaje que se sitúa encima del chasis.

BMWiEste vehículo dispone de un motor eléctrico en la parte trasera que ataca directamente al eje posterior motriz y un pack de baterías situado en el piso. El chasis es de aluminio mientras que la carrocería es de fibra de carbono reforzada con plástico. Todo esto tiene su explicación y quién nos la ofrece es el responsable técnico de BMWi, Manuel Sattig, con el que tuvimos ocasión de charlar un rato.

Sattig explica que en las pruebas con el Mini-e y el BMW e-Active (un Mini biplaza y un Serie 1 eléctrico que ya han realizado pruebas de uso real en manos de clientes en diferentes países) “nos dimos cuenta que había que rebajar significativamente el peso para conseguir mayor eficiencia. Por ese motivo hemos trabajado con el aluminio para el chasis y con la fibra para la carrocería”.

El diseñador de ambos concept cars, el francés Benoit Jacob, se añade a la charla y nos comenta que “la elección de este tipo de estructura, con una plataforma separada de la carrocería, nos ofrece una gran libertad creativa. Podemos hacer la carrocería que queramos y eso facilitará crear una gama de modelos con una base idéntica”.

Jacob insiste en esta idea explicando que “el i3 es un coche que no está condicionado por una estructura existente. Hemos podido jugar con las proporciones porqué la mecánica no nos condiciona. El concept, además, es muy similar al coche de producción”. Jacob, sin embargo, no quiso aclararnos si el modelo definitivo mantendrá la estructura de puertas de tipo armario sin montante central o, por el contrario, el coche tendrá pilar B y las puertas traseras serán de apertura convencional.

 

Estructura muy rígida

El hecho de que la carrocería sea de fibra de carbono, muy ligera, podría suponer problemas en el apartado de seguridad, problemas que Settig desmiente. “la fibra de carbono reforzada con plástico es un material estructuralmente muy rígido pero que tiene una capacidad de deformación y de absorción de impactos espectacular. No necesitamos tanta distancia desde el frontal al habitáculo y protegemos mejor a los peatones en caso de atropello con este material que con el acero tradicional”.

El concept car actual mide 3,84 metros de largo por 1,76 de ancho y 1.53 de alto y tiene cuatro plazas y un maletero de 200 litros. El motor eléctrico rinde 125 kw y 250 Nm lo que le proporciona una velocidad punta de 150 km/h. y una aceleración de 0 a 100 km/h. en apenas 7.6 segundos.

BMWiLa autonomía es de entre 130 y 160 kilómetros y la recarga se completa en seis horas. Los responsables de BMW no quisieron mojarse a la hora de ponerle precio pero sí indicaron que “los actuales precios de coches eléctricos son desmesurados y el del i3 va a ser, sin duda, una sorpresa positiva”. La solución en 2013.

El proceso de producción del i3 merece capítulo aparte. Uwe Dreher, director de marketing de BMWi comenta que “no serviría de nada fabricar coches eficientes si el proceso productivo supusiera un gasto energético mayor al de un automóvil convencional”. Cierto. Baterías aparte, el tema parece bien resuelto.

Según nos contaron los responsables de BMWi, los modelos de esta nueva submarca se fabricarán en una nueva planta en Leipzig (Alemania) que ahorrará el 50% de energía y el 70% de agua respecto a una fábrica convencional. Además, el 100% de la energía que consuma la planta, la generará ella misma de energías renovables.

 

Coste energético inferior

La ecología del i3 no acaba ahí. El aluminio empleado en su construcción implica un coste energético un 50% inferior al del acero y los materiales empleados en el habitáculo proceden, en un 80% de empresas que trabajan con materiales reciclados o con energías renovables. La marca ha priorizado el uso de materiales procedentes de reciclado de plásticos y de materiales vegetales de plantaciones renovables.

Uwe Dreher explicó que el i3 y la futura gama eléctrica e híbrida de BMW son la respuesta a los cambios que experimenta la movilidad en las grandes urbes y, sobre todo “una nueva manera de entender los coches Premium”.

Según Dreher, los BMWi se dirigen a dos tipos de clientes: aquellas familias que quieren aportar su pequeño granito de arena en cambiar el mundo empezando por conducir un coche de emisiones cero y aquellos que quieren estar siempre a la última en materia tecnológica. En definitiva, los que compran un Prius por su vertiente ecológica y los que hacen cola delante de un Apple Store para procurarse uno de los primeros iPhone 5.

Respecto al i8, no hay mucho que contar por el momento más allá de sus características técnicas. Se trata de un cupé de cuatro plazas con unas enormes puertas en guillotina que permiten el acceso a las dos filas de asientos.

El coche es muy bajo (1,27 metros), ancho (1,94) y largo (4,36) y tiene una distancia entre ejes de 2,80 metros.

Como el i3 apela a la estructura LifeDrive con una carrocería semitransparente de fibra de carbono y plástico. Las transparencias, por supuesto, desaparecerán en las versiones de serie de ambos, cubiertas por la correspondiente capa de pintura.

El i8 pesa 1.480 kilos y tiene una potencia de unos 340 CV fruto de combinar un motor térmico que mueve las ruedas traseras con otro eléctrico que actúa sobre las delanteras. El coche es enchufable y puede circular durante 35 kilómetros en modo 100% eléctrico, al estilo de un Toyota Prius Plug-in. Cuando se acaba la energía eléctrica, funciona como cualquier híbrido, alternando ambos motores.

El consumo es de 2,7 litros a los 100, la batería se recarga en apenas hora y media, el coche acelera de 0 a 100 en 4,6 segundos y alcanza los 250 km/h, políticamente autolimitados como es habitual en todos los BMW capaces de superar esa velocidad.

BMW no aclaró si la versión Spider de este modelo, presentada también en salones internacionales completará la oferta del cupé, previsto para primeros de 2014.

 

Servir al cliente

Además de vender coches, BMWi pretende innovar en el campo de los servicios al cliente, sea o no poseedor de un BMW. De lo que se trata en este caso es de posicionarse para empezar a ofrecer otro tipo de servicios de movilidad antes de que esos servicios los ofrezcan otros operadores no relacionados con el automóvil.

BMWiBMW habla de potenciar la carga de estaciones públicas de recarga mediante acuerdos puntuables con ciudades, regiones o estados y compañías privadas de electricidad y de venta de equipos de recarga privados pero no se queda ahí.

La marca prevé ofrecer a sus clientes servicios de asistencia mediante el teléfono móvil convertido en una central de gestión. Mediante el teléfono, el usuario podrá conocer el estado de carga de la batería, buscar los cargadores públicos más próximos, elegir la ruta más ecológica en el navegador o ponerse en contacto con los servicios de asistencia de la marca.

Además, BMW apuesta por el car sharing para aquellos que sólo necesiten el coche de vez en cuando y por los servicios de movilidad para que, desde el coche y vía internet puedan obtenerse informaciones personalizadas de puntos de recarga, parkings disponibles, parkings compartidos, estado del tráfico y otras informaciones.

 

Fuente: http://www.coches.net

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