El programa de ayudas a los vehículos eléctricos subío hasta los 49 millones de euros, pero dada la escasa matriculación de estos coches, el fondo no está agotado y por eso se prorroga dos meses más. Pensemos que estas subvenciones que iniciaron los socialistas son del 2011, y en ese año sólo se matricularon 314 eléctricos. Por eso pervive el Real Decreto 648/2011, que es su nombre técnico.
Hay que separar bien las cosas. El plan PIVE o Plan de Incentivos al Vehículo Eficiente está gestionado por el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía) y comprende desde coches de gasolina hasta los eléctricos, pasando, claro está, por los híbridos. Por otro lado, las subvenciones exclusivas para el vehículo eléctrico dependen exclusivamente del Ministerio de Industria. Así que si quieres las dos ayudas son dos trámites que tu concesionario ha de iniciar y que pueden alargarse hasta dos meses.
Poder amortizar un eléctrico
Por último, este empujón a los eléctricos está escalonado según su autonomía, y queda de la siguiente manera:
En resumidas cuentas. Si buscas, por ejemplo, un Renault Fluence Z.E., que cuesta casi 20.000 euros y tiene una autonomía homologada en 185 km, puedes sumar las dos ayudas y el coche te sale por 12.000€. Ya no pinta tan mal la cosa, ¿no? Hay que contar con que las baterías son propiedad de Renault y hay que desembolsar 82€ al mes por ellas. Otro ejemplo, un Nissan Leaf, en el que las baterías sí son tuyas, te puede salir alrededor de 22.000€, que tampoco es un importe descabellado para lo que supone este coche. El problema de los eléctricos, que es la amortización de su elevado precio, queda bastante paliado con estas ayudas.
Fuente: http://www.motorafondo.net