La seguridad laboral en los talleres de reparación de automóviles depende de empresarios y trabajadores. La norma que establece los criterios a seguir es la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Tiene por objeto promover la seguridad y la salud de los trabajadores mediante la prevención de los riesgos profesionales, la eliminación o disminución de los riesgos derivados del trabajo y la participación activa de los trabajadores en materia preventiva. Debe estar integrada en la gestión de la empresa a través de la aplicación de un plan de prevención de riesgos laborales.
El empresario deberá realizar una evaluación inicial de los riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores, elimininando, reduciendo y controlando tales riesgos, mediante actividades preventivas que deben incluir la formación de los trabajadores. Los medios, equipos de protección y dispositivos de seguridad deben utilizarse adecuadamente. La profesión de mecánico es una de las actividades con mayores riesgos para el desarrollo de accidentes y enfermedades ocupacionales debido a la exposición a procesos peligrosos, al utilizar máquinas o manipular sustancias químicas peligrosas.
El fabricante de una máquina deberá garantizar la realización de una evaluación de riesgos con el fin de determinar los requisitos de seguridad y salud que se aplican a la máquina. Antes de proceder a la comercialización de una máquina se debe asegurar que esté en regla con los requisitos esenciales de seguridad y salud pertinentes y facilitar informaciones necesarias para el usuario. El empresario debe garantizar que los equipos de trabajo cumplan las condiciones de seguridad exigidas.
Se debe mantener limpio el puesto de trabajo, evitando que se acumule suciedad, polvo o restos metálicos, especialmente en los alrededores de las máquinas con órganos móviles. Asimismo, los suelos deben permanecer limpios y libres de vertidos para evitar escurrirse. Habrá siempre que reparar las herramientas averiadas y no sobrecargar las estanterías, recipientes y zonas de almacenamiento. Además, conviene no dejar objetos tirados por el suelo y poner la máxima cautela para que no se derramen líquidos, así como colocar siempre los desechos y la basura en contenedores y recipientes adecuados. Hay que evitar la humedad, las temperaturas extremas y sus cambios bruscos, adecuando la ventilación y erradicando los olores desagradables.
Finalmente, con respecto a los niveles de ruido en los talleres mecánicos y de motores térmicos, habrá que elegir equipos de trabajo que generen el menor nivel de ruido posible. Es importante enseñar a los trabajadores a utilizar correctamente los equipos de trabajo con vistas a reducir su exposición al ruido, minimizándolo técnicamente, mediante cerramientos, recubrimientos y pantallas de material acústicamente absorbente. Los trabajadores cuya exposición a ruido sea mayor que los valores recomendados tendrán derecho al control de su función auditiva.