Si no tienes más remedio que pasar por una zona acuática o te importa un pimiento que dentro de tres meses tu coche no arranque porque tenga el alternador oxidado, aquí van unos consejos muy útiles:
- Lo primero es observar el fondo de la zona de agua. Si visualmente no sabes qué habrá, prueba con un palo, para ver si hay piedras, lodo, etc… Generalmente, si el agua corre, el fondo suele estar limpio, pero si el agua está estancada, el fondo puede estar embarrado, con el consiguiente riesgo a quedarse atascado.
- Tienes que saber por dónde llegará el agua en tu vehículo. Si no estás seguro, no arriesgues. El líquido elemento no debe llegar a la toma de admisión de tu coche que, normalmente, está situada a la altura de los faros. Si colocas un snorkel en la toma de admisión con salida por encima del techo, podrás sumergir el coche mucho más, pero atento a los elementos eléctricos de tu vehículo, como el alternador, la batería, etc… y procura que se sequen bien cuando termines o te darán más de un problema en el futuro.
- Si tu coche es de los que tiene suspensión de altura variable, súbela todo lo que puedas, para aumentar la distancia útil de vadeo y para proteger cuantos más órganos mecánicos del coche, mejor.
- Debes entrar en el agua muy despacio, con las reductoras puestas, si las tiene, y sujetando el coche con el freno si es necesario, porque…
- Una vez en el agua, debes mantener una velocidad constante, pero no muy rápida, sin superar la ola que crea el coche al avanzar, pero sin dejar que pueda volver contra tí y subir por encima del capó. Porque entonces seguro que entra en la toma de admisión y el vehículo se parará.
- No te detengas a tomar un café cuando estés en el agua. Las juntas de las puertas aguantan si cruzas en marcha, pero si te detienes, puede que te veas a obligado a utilizar en el habitáculo de tu flamante 4×4 el mismo patito de goma con el que juegas en la bañera de tu casa. A no ser, claro, que tengas un Jeep Wrangler del 2007 que tiene tapón de desagüe en el interior.
- Al salir, igual, despacio y no te preocupes si el tubo de escape se introduce en el agua. Al estar soplando, el agua no se meterá por él.
Una vez fuera, no pares el motor, para que su calor seque lo antes posible todos los elementos que se hayan mojado. Acelera y frena varias veces para secar los discos de freno. Sigue estos breves consejos, pero acuérdate de la principal premisa: ¡evita el agua!
Qué hacer si entra agua en el motor
Si a tu coche le entra agua, lo primero que hace es pararse. Como el filtro no para el agua, lo atraviesa y llega al motor. El agua no se comprime como el aire, entonces, hay tanta presión en la cámara de combustión que no tiene inercia para hacer girar el cigüeñal y el coche se detiene. Es un aviso de que hay problemas, pero se pueden solucionar. ¿Cómo? Si es un gasolina, le quitas las bujías e intentas arrancar con la llave. Entonces, el agua saldrá a chorros por el agujero de las bujías; si es un diésel, le quitas los calentadores y haces lo mismo. Si ha entrado agua, la cámara de combustión está limpia de agua, sin problemas, pero como insistas en arrancar sin haber hecho antes lo que te he explicado, provocarás un gran estropicio. La explicación es que el aire se comprime, pero el agua no, y el motor, al intentar comprimirla, hará tanta fuerza que doblará la biela.
Fuente: Autobild.es