Por Amics de la Bici
Lo primero que me preguntan cuando digo que voy en bicicleta por Madrid es: ¿No es peligroso?
Una respuesta a esta pregunta: no lo es si se toman una serie de medidas que se pueden llamar de conducción defensiva. Eso significa una conducción prudente y un poco espabilada, que no se limita seguir las normas de circulación, sino que además intenta preveer las posibles situaciones comprometidas antes de que estas se produzcan. Siguiendo estos consejos, en muchos años de ciclismo urbano no he tenido ningún problema remarcable.
Circula por el centro de tu carril, y hazte respetar
Este es un consejo imprescindible. Aún hay mucha gente que circula arrimada a la acera, tanto en el carril de la derecha como el de la izquierda. Si lo haces te arriesgas a:
Que te adelanten sin respetar la distáncia de seguridad
Si eres conductor/a sabrás que una bicicleta que ocupa todo el carril te obliga a frenar, y esperar el momento oportuno para cambiar de carril y hacer el adelantamiento correcto. En cambio, una bicicleta arrimada despierta la tentación de adelantar, tanto si se puede dejar una distancia prudencial como no. Y si quedas “empanado” entre un coche y la acera, cualquier imprevisto puede ser fatal.
Que un coche aparcado abra las puertas sin mirar
Es un accidente frecuente, y que se debe evitar circulando por el centro del carril. Además, si ocurre, el responsable legal puede ser el ciclista.
Circula a la velocidad adecuada.
Aunque a veces sea incómodo, en la medida de lo posible tienes que adaptar tu velocidad a la de la calle donde circulas. La solución está en escoger calles tranquilas.
Por la carretera hay que circular por el arcén
Hazte ver por la noche
Como decía un mensaje en típico humor inglés: “Be bright, be seen. Don’t be a has been”, que significa, más o menos: Se luminoso, se visible, no seas un “fue”. La luz de la dinamo tiene la ventaja de ser potente y siempre está disponible. Pero detrás es conveniente un reflectante, y una luz roja intermitente, a pilas, que no se apague cuando pares en los semáforos.
El controvertido tema del casco
Aunque por parte de la administración hay una recomendación generalizada para usarlo, no garantiza la total seguridad, y cada cual debe decidir si lo usa o no. En todo caso nos oponemos a que su uso sea declarado obligatorio.
Respeta las normas de circulación
Esto es evidente. Si no te las sabes, deberías pedir que te las enseñen antes de salir. De todos modos, en algunos casos conviene “adaptarlas”. Por ejemplo, en los semáforos, es mejor parar unos metros más allá de la línea, y así, cuando arranquen los coches, no tragaremos el humo, y tendremos unos metros de ventaja.
Ata bien la bici
Aunque tu barrio sea tranquilo, y tus vecinos unas bellísimas personas, siempre hay “amigos de lo ajeno”. Lo mínimo es usar un candado tipo “Pitón”, o un buen candado en forma de “U” rígida, o mejor, los dos tipos a la vez (en este caso, el ladrón tiene que ser un auténtico manitas). Las cadenas de cable delgado se abren con un mordisco, o sea, que a lo más sirven para asegurar una rueda o el sillín. Las bicicletas viejas y despintadas no se salvan de esta recomendación. Hay que atar el cuadro y las dos ruedas, cosa que muchas veces no se hace bien.
Silba o canta
Pero deja la música en casa. Los auriculares no te permiten controlar el tráfico que se encuentra a tu espalda.
Fuente: Amicsdelabici.org