Un taller de mecánica y carrocería puede generar hasta cuarenta tipos de residuos. Algunos tienen valor económico pero otros carecen de él y su gestión supone un coste. ¿Está obligado el taller a pagar por la retirada del aceite? Ganvam considera que no es legal el cobro por la retirada del aceite, ya que según la normativa que rige la correcta gestión de aceites industriales que es el Real Decreto 679/2006 y la Ley 22/2011 son los fabricantes de aceite los que están obligados a hacerse cargo no sólo de la gestión del aceite usado, sino de la financiación de dicha gestión.
Ya está operativo el denominado Sistema Integrado de Gestión (Sigaus) y el cobro de 0,054 euros por cada litro de aceite nuevo que entra en el mercado. Este canon debe desglosarse expresamente en la factura que el taller emite al conductor, que es quien asume esta aportación, tal y como consta en la disposición adicional cuarta del citado Real Decreto.
Los 24 céntimos que aporta un turismo en cada cambio de aceite se invierten en cuidar el medio ambiente. Sigaus es una entidad sin ánimo de lucro que destina todo lo recaudado al ciclo de recogida y gestión del aceite usado. Cuando un usuario acude a que le cambien el aceite del coche paga una cantidad en la factura para la gestión gratuita del residuo usado. El taller no debe pagar por la retirada, puesto que los fabricantes de aceite y Sigaus garantizan la recogida gratuita para llevarlo a sus plantas de tratamiento.
Por lo tanto, siempre que el aceite recogido garantice su tratamiento estándar el gestor, el recogedor o transportista no podrá cobrar por la retirada, ya que tiene firmado un acuerdo con Sigaus y será este sistema integrado de gestión quien le pague.
El proceso de gestión del aceite usado comienza con la recogida en los talleres y en las instalaciones industriales, donde debe ser almacenado y etiquetado conforme a la normativa medioambiental vigente. Sigaus asegura la recogida en todo el territorio nacional, de manera que cualquier establecimiento donde se genere el aceite usado tiene garantizada su recogida a través de la red de gestores autorizados que trabajan en el marco del sistema integrado de gestión.
Una vez retirado, es enviado a centros de almacenamiento temporal o de transferencia en los que se realizan los análisis necesarios para determinar su composición, la posible contaminación con otras sustancias y su óptimo destino final. Respecto a la gestión final, actualmente existen dos opciones: la regeneración y la valorización energética. El primer proceso permite la obtención de aceites base para nuevos lubricantes. El segundo es un tratamiento que permite descontaminar el aceite usado para fabricar combustible. En ambos casos se asegura que el aceite usado no impacte sobre el medio ambiente, sino que sea aprovechado en nuevos procesos productivos, sustituyendo a otras fuentes de energía o materias primas.