Los teléfonos móviles siempre están en el punto de mira de la seguridad vial. De hecho, son múltiples los intentos de evitar su uso al volante. Desde esta aplicación que evita el uso del móvil inventada por una niña de once años a Origosafe, un aparato que evita que el coche se mueva si el móvil sale de un soporte. Incluso en India, un grupo de investigadores indios prueba un sistema que anula en móvil del conductor. Y ojo, podría avisar a la policía si te atreves a usarlo.
¿Y qué ocurre con las, cada vez mayores, pantallas táctiles que incorporan los vehículos? Pues bien, las autoridades de tráfico estadounidenses han solicitado a los fabricantes de automóviles que endurezcan los límites de uso al volante de las pantallas táctiles integradas en los propios vehículos, como una forma de evitar las distracciones y, con ellas, los accidentes.
Según explica una información recogida por The Herald, las directrices actuales (que son voluntarias) permiten que los conductores lean y realicen otras tareas más complejas siempre que el coche se mueva a menos de unos 8 kilómetros por hora, y establecen un máximo de 10 toques en la pantalla cada 20 segundos.
El objetivo ahora es limitar el número máximo de toques en el dispositivo a 6 cada 12 segundos y reducir, además, el tiempo que tarden en ejecutarse las funciones de estos sistemas a un máximo de dos segundos, para así evitar, en la medida de lo posible, que los conductores aparten la vista de la carretera. También se sugiere configurar los sistemas para impedir la escritura de texto y el acceso a sitios web, redes sociales y libros mientras el coche se mueve.
Las responsables de estos códigos son la Secretaría de Transportes y la Administración Nacional para la Seguridad del Tráfico en Autopistas (NHTSA). Esta última se ha referido a un estudio que asegura que aquellas tareas que exigen a los conductores que aparten la vista de la carretera incrementan tres veces la probabilidad de verse involucrado en un accidente. El informe, sin embargo, no encontró ninguna evidencia de que hablar por teléfono aumentase el riesgo al volante.
Se ha establecido un período de tres años para adoptar las directrices, de manera que los fabricantes puedan revisar sus sistemas de navegación y entrenimiento. La experiencia de la NHTSA es bastante positiva en cuanto a la implementación de códigos voluntarios, pero en este caso no descarta ofrecer algún tipo de incentivo a cambio a las automovilísticas.
Fuente: Coches.com