Cada día está más extendida la contratación de pólizas de seguros por daños propios con franquicia, en decremento de las que no tienen franquicia. La causa es visible, pérdida del nivel adquisitivo de los usuarios y el envejecimiento progresivo del parque automovilístico, todo a causa de la crisis.

El concepto de franquicia en este tipo de póliza se corresponde al importe por el cual se compromete un usuario a hacerse cargo de la reparación de daños propios de su vehículo, evidentemente acarrea abonar una prima inferior. Es decir, de cada siniestro o daño del vehículo una parte es a cargo de la aseguradora y otra por el propietario o tomador.

En mejora de este tipo de productos, algunas aseguradoras (ya que lo normal es aplicar una franquicia por daño o siniestro que presente el vehículo) están ampliando el concepto de agrupar siniestros para que los clientes abonen menos franquicias, estableciendo, para distintos siniestros generalizados por la carrocería del vehículo, una única franquicia por lateral o plano del vehículo o hasta cierto número de piezas afectadas, tipología coincidente de daños, etc.

Lo arriesgado de contratar este tipo de póliza es el desconocimiento del cliente, el cual tiene contratada una franquicia, por ejemplo de 300€ y tiene un daño recientemente ocasionado (típica colisión contra poste o pilar dañando parte del lateral, o un golpe por alcance al vehículo que le precedía) y que considera es fuerte, presentando parte a su aseguradora la cual solicita el importe de reparación a un perito de seguros de automóviles, comprobando ambas partes que el importe de los daños no supera los 300€ de la franquicia, por lo que el cliente ha de asumir la totalidad de los daños y además será penalizado en la prima anual por presentar siniestralidad y perder bonificación.

Aún se podría rizar más el rizo si la reparación, aun superando la franquicia, la parte que ha de asumir la aseguradora fuera inferior o igual a la parte de penalización que te aplican en la bonificación anual.

En Gestirep podemos ayudarte y asesorarte de antemano, para que, en caso de tener que asumir los daños de una reparación, sepas de primera mano qué cuestan y sobre todo que la falta de asesoramiento no incurra en un sobre coste económico posterior.

Gestirep, pensando en tu vehículo.

 

 

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