Los neumáticos run-flat son neumáticos con un soporte interno en el que se apoya la banda de rodadura. En caso de pinchazo o pérdida repentina de presión, no se salen de la llanta. Una vez desinflado, permiten rodar entre 50 y 250 kilómetros dependiendo del fabricante, hasta 80 km/h. Si se rueda demasiado tiempo con él desinflado, quedará inservible casi siempre. Su gran ventaja es que evitan las situaciones de peligro que ocurren al detenerse para cambiar una rueda.
Pero los neumáticos run-flat también tienen sus problemas. Además de ser más caros, pesan más que que los convencionales y con ellos el consumo de combustible es mayor. Las llantas para poder colocar estos neumáticos son especiales, por lo que no podremos poner en nuestro vehículo este tipo de ruedas… pero en una llanta apta para run-flat sí se puede colocar uno convencional.
Ahora, J.D. Power, la consultora estadounidense que estudia la satisfacción de los clientes con sus vehículos (y su fiabilidad), ha estudiado la satisfacción de los conductores con los neumáticos que el fabricante montó en su vehículo. Según este informe, muchos usuarios de neumáticos run-flat señalaron que sufren un mayor desgaste, y que éstos no pueden ser reparados cuando tienen un pinchazo.
Llegados a este punto conviene informar de que, aunque al principio los fabricantes no lo recomendaban, prácticamente todos los modelos sí son reparables en caso de pinchazo. Se deben cumplir los mismos criterios que en un modelo normal, que el pinchazo esté en la banda de rodadura y nunca en uno de los flancos.
Los datos de la encuesta de J.D. Power indica además que el 31 % de los clientes que montaron en su coche neumáticos run-flat tuvieron han tenido que cambiar al menos una vez alguna de las ruedas, frente a un 19 % de los conductores que usaban neumáticos convencionales. Éstos últimos se ven obligados de media a cambiar alguna rueda cada 36.305 km, mientras que aquellos que usan run-flat cada 25.750 km.
J.D. Power midió la satisfacción de los usuarios mediante una escala de 1.000 puntos: Entre los propietarios de vehículos de lujo, aquellos que montan neumáticos run-flat están once puntos menos satisfechos de media que los que montan compuestos normales (728 frente a 739 puntos); la brecha se incrementa si hablamos de usuarios de deportivos, que se encuentran 67 puntos menos satisfechos (665 frente a 732 pt). Mientras que un 28 % de los conductores que usan neumáticos convencionales recomendaría su marca a otras personas, sólo un 14 % de los conductores con neumáticos run-flat lo haría.
Por otra parte, el estudio de J.D. Power también ha detectado cierto desconocimiento por parte de los consumidores sobre los neumáticos de baja resistencia a la rodadura: Muchos de ellos creen que el menor consumo para su vehículo se consigue sacrificando durabilidad o rendimiento, y por seguridad prefieren ceñirse al modelo de neumático recomendado por el fabricante.
Fuente: Coches.com y J.D. Power