Mientras que solucionamos el tema del estrés…
No hay que caer ni en el consumo de drogas ni en el uso de alcohol mientras se maneja un vehículo. Y es necesario vigilar muy mucho con la toma de medicamentos que puedan afectar a la conducción. En una situación de estrés, cuando no estamos al 100%, sólo nos falta tomar sustancias que nos mermen todavía más las capacidades. No hay que olvidar que cuando sufrimos estrés nuestra percepción de las cosas puede no ajustarse a la realidad, así que quizá un traguito o una pastilla que nos relaje nos parecerá un juego de niños, cuando realmente no lo es.
La práctica del deporte puede ser una buena terapia contra el estrés. Una actividad cualquiera que nos motive nos alejará mentalmente de nuestra fuente de preocupaciones, por lo que nuestro cuerpo dispondrá de un rato para recuperarse.
Esta es de Perogrullo. En el terreno de la conducción, evitar atascos, en la medida de lo posible, es una buena forma de alejar la amenaza del estrés. Pero como eso no siempre es posible, siempre debemos pensar que por mucho atasco que haya, vamos a llegar igual. Quizá cinco minutos tarde, pero ese retraso existirá igualmente con o sin nuestra preocupación, así que no vale la pena que nos pongamos nerviosos.
De hecho, por encima de todo resulta necesario un cambio en la forma de tomarse las cosas. Cuando una situación no tiene remedio es inútil preocuparse por ella. Y cuando tiene remedio, lo peor que podemos hacer hasta que ese remedio funcione es estresarnos, ya que al preocuparnos excesivamente lo único que hacemos es cansarnos física y mentalmente y perdemos recursos para hacer frente al problema. En lo que respecta a la conducción, conviene pensar que si nos tranquilizamos llegaremos a nuestro destino, mientras que si nos dejamos llevar por el nerviosismo quizá no lleguemos de una sola pieza.
Piensa que estrés al volante es igual que accidente seguro.
Fuente; circulaseguro.com