¿Qué te pueden pedir? ¿Debes bajar del coche? ¿Qué es mejor que digas (o calles)? Estas preguntas quizá se te pasen por la cabeza si te para alguno de los cuerpos de seguridad del Estado. Los motivos pueden ser varios, desde una sospecha hasta un control rutinario. En cualquier caso, para evitar sustos innecesarios, problemas y malos entendidos, aquí te damos las respuestas a estas dudas.
En una vía de circulación cualquiera, los agentes de algún cuerpo de seguridad del Estado proceden a realizar un control rutinario. Aunque se trata de una situación más que común, no todos han pasado por ella. De hecho, se trata de un momento bastante tenso hasta para el conductor más modélico del mundo. ¿Sabrías tú cómo actuar? ¿Qué debes hacer? ¿Y qué actitud conviene que tengas (o que evites) ante los agentes? Te damos las claves para que puedas salir airoso.
1 ¿Por qué motivos pueden pararme?
Los controles se realizan a requerimiento de los agentes cuando detectan un comportamiento irregular. Por otro lado se establecen controles de alcoholemia rutinarios reglamentarios en los que se para a los conductores de manera aleatoria; también si al parar al conductor muestra olor a alcohol o síntomas de haber bebido.
2 ¿Cómo actuar ante las indicaciones de parar?
Si te piden que te detengas, tendrás que hacerlo a la mayor brevedad posible a la derecha del carril (si tiene arcén, en él). Después, espera dentro del vehículo a que el agente te informe del motivo por el cual te hacen parar.
3 ¿Cómo actuar una vez parado?
Ante todo, mucha calma; no hay por qué preocuparse. No busques nada (ni siquiera los papeles) en la guantera hasta que te lo indiquen, para que el agente no piense que buscas un arma.
4 ¿Debes bajar del coche si te lo ordena un agente?
Efectivamente, si un agente te pide que te bajes, debes obedecer.
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