Con el precio de los carburantes disparados, llenar el depósito se está convirtiendo en un quebradero. Sólo en lo que llevamos de verano, la gasolina de 95 y el gasóleo se han encarecido un 12% y un 11,5%, respectivamente, lo que hace que llenar un tanque de tipo medio (unos 60 euros) cueste hoy entre cerca de 90 euros si es diésel y ronde los 100 en la gasolina.
Sobre todo, y por eso las petroleras se encuentran en el punto de mira dde Competencia, por unos precios antes de impuestos que son de los mas altos de Europa: el segundo más elevado en el caso de la gasolina, y el sexto en el diésel. Es decir, que aquéllas se están llevando un margen mayor del que les corresponde porque, luego, los precios con impuestos están por debajo de la media europea.
Como además la subida del IVA, que empieza a operar mañana, dará otro empujón cercano a los cuatro céntimos por litro, no está de sobra aplicar un decálogo de medidas, que elaboró tiempo atrás empresa de renting Arval, y pueden permitir ahorrar hasta 500 euros en gasolina al año. La otra opción, y que también cada vez más gente está aplicando, es directamente dejar de usar el vehículo.
1. Arrancar el vehículo sin acelerar
El mero hecho de poner el coche en funcionamiento ya consume energía, pero arrancar sin acelerar hará posible que el motor precise de un menor gasto de carburante.
2. Utilizar marchas largas
La forma más eficiente de conducir es mantener el motor a bajas revoluciones para que la energía necesaria sea menor, pero sin comprometer nunca la seguridad yendo a un régimen demasiado bajo. Así, es preciso prestar atención al cuentarrevoluciones. Por regla general, en los motores de gasolina la aceleración y el cambio de marcha debe realizarse cuando se han alcanzado las 2.000 o 2.500 rpm. En cuanto a los diesel, entre las 1.500 y 2.000 rpm.
3. Emplear correctamente la caja de cambios
La primera velocidad tan sólo se utiliza para arrancar, cambiando a segunda velocidad una vez recorridos seis metros desde la puesta en marcha; de segunda a tercera a partir de los 30 km/h; en cuarta a partir de los 40 km/h y la quinta velocidad, por encima de los 50 km/h.
4. Mantener la velocidad de circulación
Debe ser lo más uniforme posible, evitando frenazos bruscos. De esta forma se incrementa la seguridad al volante, disminuyendo el riesgo de accidentes entre un 10% y un 25%, y se reduce el gasto en gasolina.
5. Evitar el punto muerto
Por otra parte, también es importante intentar mantener el motor al ralentí el menor tiempo posible puesto que, en contra de la creencia popular, en punto muerto el vehículo tiene un consumo fijo de aproximadamente medio litro de carburante por hora. Para ahorrar combustible es aconsejable poner una marcha larga y dejar que el automóvil ruede con ella sin acelerar. De esta forma, el movimiento de las ruedas mantendrá el motor en marcha y, a más de 20 km/h, el consumo de gasolina será nulo.
6. Apagar el motor en paradas prolongadas
En caso de retenciones, es recomendable apagar el motor del vehículo si la parada sobrepasa el minuto de duración. Esta simple práctica puede supone un ahorro medio de 150 euros al año por conductor en gastos de carburante.
7. Evitar la sobrecarga del vehículo
No es conveniente cargar el vehículo en exceso ni tampoco sobrepasar el “aforo” del vehículo. Está comprobado que por cada 100 kilogramos de peso adicional el consumo de combustible se incrementa en un 5%. Además, si no se va utilizar la baca es recomendable retirarla, ya que tenerla puesta aunque esté vacía aumenta el gasto de carburante un 2%.
8. Controlar el uso del aire acondicionado
Lo ideal es que funcione a una temperatura que oscile entre los 22 y los 23 grados, ya que un uso irracional puede incrementar el consumo de combustible hasta un 20%.
9. No bajar del todo las ventanillas
Si se circula a más de 100 kilómetros por hora, se gasta un 5% de carburante más.
10. Vigilar la presión de los neumáticos
Un mantenimiento inadecuado del vehículo también aumentará de forma innecesaria los gastos de combustible. Los neumáticos desinflados y un filtro de aire sucio aumentan un 6% el consumo, mientras que unas bujías sucias lo incrementan hasta un 10%.
Fuente: http://www.elmundo.es