Continuamos con nuestra lista de consejos para evitar que te timen en el taller:

8. Puedes “parar”

Tienes derecho a paralizar la reparación y retirar tu vehículo por cualquier circunstancia o imprevisto que te surja. En ese caso, deberás pagar al taller el importe de los trabajos realizados hasta esa fecha.

9. Que no te cobren de más

El taller no puede cobrarte un importe extra al precio de venta al público de las piezas y repuestos que utilice en la reparación. Además, deberá tener a tu disposición el documento que justifique su origen y coste.

10. ¿Nuevo o usado?

Para la reparación, el centro tiene la obligación de usar única y exclusivamente piezas nuevas. Sólo si tú estás de acuerdo, podrán emplear piezas reconstruidas o de desguace. En ese caso, el taller deberá responsabilizarse por escrito de que dichas piezas están en perfecto estado. Algunos talleres no tendrán ningún inconveniente en que les lleves tú mismo la pieza que quieres que te coloquen, con lo que sólo podrán cobrarte la mano de obra.

11. Las piezas son tuyas

Un buen taller debería entregarte las piezas viejas que hayan sido repuestas. A su vez, no está de más que te muestren dónde tienen el defecto y por qué se produjo.

12. La factura

El taller tiene la obligación de entregarte una factura tras la reparación. A veces, cuando se acude al taller de un conocido, te pueden ofrecer la posibilidad de no hacértela para no cobrarte el IVA. Recuerda que, además de ser una práctica ilegal, podrías tener problemas en un futuro ante cualquier reclamación del trabajo que te han realizado. En la factura deberán figurar en primer lugar tus datos y los del taller. Además tendrán que aparecer detalladas las operaciones y los gastos, las piezas sustituidas y las horas de trabajo, con el importe desglosado de cada uno de estos conceptos. Si la factura es para una empresa, debe figurar el IVA desglosado para poder desgravarlo cuando hagas la declaración de la Renta.

13. Sé puntual en la llegada

Ten en cuenta que el taller puede cobrarte gastos de estancia por el depósito del vehículo una vez que hayan elaborado el presupuesto o reparado el coche y tú no hayas ido a recogerlo. Sin embargo, únicamente deberás abonarlos cuando te hayan informado de la situación y tú no te pronuncies en un plazo de tres días hábiles. Los gastos de estancia sólo procederán cuando tu coche se encuentre en locales bajo custodia del taller. Para evitar esta situación es conveniente que te informes bien de los plazos de la reparación.

14. Garantía de reparación

Todas las reparaciones tienen una garantía de tres meses o 2.000 km, que cuentan desde la fecha en la que retires tu vehículo -a no ser que hayas pactado una garantía superior-. Durante ese periodo tienes derecho a que el centro te solucione todas las averías que puedan surgir en las piezas que te arreglaron. Esto incluye los nuevos materiales o repuestos, la mano de obra e incluso los gastos surgidos por desplazamiento.

15. Reclamaciones

Si tras una mala reparación, el taller no se quiere hacer responsable del arreglo y llegar a un acuerdo amistoso, puedes acudir a las Juntas Arbitrales de Consumo antes de recurrir a un juicio ordinario. El sistema arbitral es gratuito, pero tiene el inconveniente de que ambas partes tienen que firmar que voluntariamente acatarán el pronunciamiento de la Junta. Para ello, debes cumplimentar una de las hojas de reclamación del taller. En ella tienes que escribir tu queja y remitirla por correo certificado junto con copia del presupuesto de reparación y de la factura definitiva a los Servicios de Inspección de Consumo de la Comunidad Autónoma del taller. En la web www.consumo-inc.es podrás encontrar todos lo detalles y resolver tus dudas sobre cómo funcionan las Juntas Arbitrales de Consumo.

EN RESUMEN:

Lo más importante es no dar nada por entendido cuando se acude a un taller, es decir, que todo quede por escrito. Recuerda que es obligatorio que te entreguen un presupuesto y que se ajusten a él. Tampoco pueden cobrarte un sobreprecio en las piezas que utilicen. Y por supuesto, no caigas en la ilegalidad de no pedir factura, ya que ésta es imprescindible ante cualquier reclamación. No tienes por qué dudar del taller, pero, cuando hay dinero de por medio, es mejor conocer bien tus derechos y evitar cualquier acto de picaresca.

 

Fuente: Autobild.es

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